viernes, 23 de mayo de 2008




¿QUE ES UN AFASICO?

El afásico es un paciente que, a raíz de una lesión de una pequeña arteria de la corteza cerebral, pierde bruscamente la capacidad de comunicarse verbalmente con el mundo que lo rodea. La palabra espontánea, la lectura, la escritura, la mímica, la capacidad musical y muchas veces también los movimientos de brazo y pierna derecha son imposibles.

EVOLUCION Y TIEMPOS DE RECUPERACION DEL AFASICO
En general, algunos de los síntomas van regresando espontáneamente de manera más o menos rápida. Primero la parálisis de la cara y la pierna derecha, luego los movimientos de la mano derecha, más tarde la comprensión de órdenes pronunciadas o dictadas por el examinador.
A la inicial imposibilidad de articular palabras, sigue un tiempo de mala pronunciación (disartria) y la progresiva recuperación para evocar la memoria de las palabras.
Los tiempos de recuperación varían mucho, según la gravedad de las lesiones anatómicas, la edad del paciente y la oportuna ayuda de diferentes profesionales.
Pero, desde ya, hay que subrayar que la colaboración inteligente y afectuosa de los familiares será muy importante en todas las etapas.
Durante este tiempo, se iniciarán las series progresivas de ejercicios que deberán estimular el habla, y el lenguaje, la musicalidad, el ritmo, el cálculo y todas las otras manifestaciones que corresponden a la comunicación entre el paciente y el mundo que lo rodea.


ASPECTOS PSICOLOGICOS DEL AFASICO
El afásico parece siempre triste porque se siente apocado frente a sí mismo y frente a su situación social y laboral. Aún cuando vuelva a una normal memoria de hechos, personas, nociones profesionales y culturales, queda muchas veces evidente la lentitud en evocar palabras “difíciles”, nombres propios, así como es lenta la lectura y la pronunciación de frases y oraciones.
La inteligencia puede volver a aspectos normales en la vida diaria, pero su brillo es menor, sus manifestaciones de abstracción reducidas, su análisis y síntesis más lentos.
Su carácter se ha vuelto retraído, miedoso, indeciso para cualquier resolución, egoísta. El afásico se interesa menos por los demás y por el mundo que lo circunda. Como se cansa más para percibir y enviar los mensajes verbales que precisa, se cansa también para pensar en conceptos y problemas abstractos. La capacidad de trabajo es reducida; la iniciativa personal y la resistencia al trabajo suelen ser inferiores a los que esgrimía antes de su incidente cerebral.
Finalmente, el afásico presenta en algunos casos, momentos de mal humor y hasta de hiperexcitabilidad nerviosa que lo vuelven agresivo en su trato con los familiares.

ALGUNOS CONSEJOS PARA FAMILIARES
* Traten al afásico siempre como un adulto, sin disminuirlo con actitudes infantilizantes. Su dignidad debe mantenerse intacta

* Háganle sentir permanentemente el apoyo, el amor, la compañía, la comprensión y la confianza que todo ser se espera de los suyos, pero no exageren sus cuidados y atenciones.

* Manténgalo informado sobre la marcha del hogar requiriendo sus opiniones. Coméntele las novedades de otros familiares o amigos.

* Háblenle de deportes, política o economía; si no puede hacerlo por sí mismo, léanle los diarios.

* Realice juegos de salón: damas, ajedrez, bridge, etc., porque ellos permiten su entrenamiento mental; algunos como el truco y el mus, entre otros, le exigen además, el uso de vocabulario.

* La mejor manera de ayudar a cualquier discapacitado, no es “haciéndole todo”, sino logrando que él lo haga por sí mismo.

* No lo apuren, denle tiempo… Acepten sus errores, disimulen sus fallas, estimulen sus intentos, tengan calma, sepan esperar.


Y RECUERDEN...

Sonríanle... y provoquen su sonrisa o su risa franca, porque la alegría es un saludable complemento de cualquier terapéutica.
Tengan fe y denle esperanzas; ella constituyen con el amor y el tiempo, no solo las bases de cualquier proceso de rehabilitación, sino el sustento de toda existencia humana.


Fuente: Liga Argentina de Orientación del Afásico (LAOA)